viernes, 21 de diciembre de 2012

LO PEOR

"Hay dos cosas infintas:
el universo y la estupidez humana"
Albert Einstein.

La diferencia entre lo malo y lo peor es abismal, tanto como entre lo bueno y lo genial. Malo es tener que relacionarse con la gente que te cae mal, peor caerles bien, pésimo convivir con ellos en el diario. Bueno es divertirse, genial que sirviera para algo. Y en esta dialéctica de efímeras crueldades se consume el tiempo sin espacio. Por estas fechas de costumbrismo conviene no defraudar a la sonrisa. La gente no quiere saber que su mierda huele porque no se comen igual la pescadilla. Cosas. Lo peor del cinismo es su falta de genio, su mal disimulada flojedad, su falta de cojones. El egoísmo ególatra del felicísimo no es capaz de mandar a la mierda al psicólogo ni de leer a Dostoievsky. Se queda en el descafeinado de máquina porque el granulado le sabe mal y hay que abrir el sobre y todo. Reivindico la soberbia como forma de conciencia. Equivocarnos con aplicación. Asumamos la sangre que corre por los pasillos del supermercado, los congoleñitos que matamos con la portabilidad del móvil. La gasolina huele a sangre, el pimiento sabe a sangre y hasta el aire es una sangre sin ser. Ahora sabemos que el porcentaje de agua de las cosas era un engaño de científicos CIA. Esta es la gran tragedia de la ciencia, del arte y también de la religión. Al final todos los caminos llevan a Washington donde Papá Noel es la versión ERE de los Reyes Magos porque lo importante es lo que venga en el saco/saqueo del regalo. Tenemos por costumbre aguantar a la suegra, comer con arrogancia y beber con la moderación progre del vino caro. Lo peor, lo malo, lo pésimo sin bondadescas genialidades es esta sangre sin sangre de las horas muertas. Cadáveres vacíos sin muerte siquiera. Un ascazo.

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