sábado, 18 de abril de 2009

ELLA

Lo que escribo debe ser bueno porque a ella no le gusta. Me dice también que quite lo de blog clausurado porque así la gente piensa que no escribo y no entra. Dice que le gusta la foto. Que salgo muy salaino. Ella me lee de resfilón como si mirase una pelicula de miedo. Valora mi escritura como si fuese una empanadilla. Cosifica mis inquietudes y no hay mejor bálsamo para la vanidad. El cariño es una especie de madre que te muerde como el beso agudo al timpano, como el abrazo asfixiante del arrebato. El cariño es entrañable como la risa de un niño. El aprecio es lo que queda cuando lo ponemos a secar. Ahora que abril nos trae refranes manidos el cariño está más verde que nunca, fresco, como un líquido grumoso. El cariño es un yoghurt con tropezones. El yoghurt es una cosa a medio camino del líquido y el sólido al que el grumo le da la gracia del beso. Es un poco siesta y un poco sexo. Es la comida de la cena y puedes pensar mal si quieres. Ella cena siempre yoghurt. Yo soy más de queso. A mi me encanta cenar petit suisse, de dos en dos, entre sus manos, sin babero, meter mi napia y sonreir con toda la nata montada, donde ella quiera. El queso es una postura que me salto en cuanto viene ella con el cariño y la empanadilla a decirme que me quiere y que le entran ganas de meterme dentro al fundirme en sus brazos. Y yo no sé a qué viene eso porque llevo años sin salir de su tibieza. La elle me gusta y decir sin salir de ella.

No hay comentarios: