viernes, 22 de marzo de 2013

EL FARO

Sigo pendiente de los matices de tus ojos. Hoy brillaron más, la tarde los puso tristes, a las tres cuarenta y cinco se perdieron, se fueron un instante a deambular por las cosas de tu mente. ¿Qué piensas? y tú que nadita, así mis cosas sin sentido. Lo que tus ojos no quieren decir habla de la angustia. Luego viene el labio para hacer lo corporativo. Y mis manos ladronas te roban una caricia, y mis palabras gordas te sacan un violado te quiero. A las cuatro menos diez te fuiste, justo cuando tu cara fue la cara de siempre, la de las fotos de ocho años, de catorce, de veinticinco. Tu cara es una despedida que siempre vuelve, triste y alegre como un encuentro repetido. Luego el brillo volvió y tu cuerpo fue su apéndice, es cuando más se mueve el aire, cuando el vuelo se posa en tu cuello para calar un beso. En tu delicadeza escribirte parece obsceno, una burla manoseada por las cosas de tu contrario. La viveza de tus ojos se cierra con las caricias que reclama tu piel. A las once tejen su crisálida donde nace un enorme cuello que nos mece y sonambulamos hacia el mar.

viernes, 15 de marzo de 2013

EL FANATISMO

Disfrutar es lo contrario de entender.
Lo mejor de quererse es ese “se” reflexivo.
Las ojeras son el reverso de los ojos.
“Eso no se puede pensar” es la frase inicial del fanatismo y el principio de la paternidad.
El desencanto es la peor de las soledades y el mejor de los prejuicios.
No saber el porqué es el principio del cómo.
Vivir es matizar las caricias.
La angustia es miedo a pensar.
Lo contrario a exigencia es sumisión.
Las manos se diluyen en la costumbre.

jueves, 14 de marzo de 2013

EL POSIBLE

Creo en las oscuridades suicidas del tacto.
La protesta esconde el asesinato.
Soledad hasta hacerse el alma encima.
La palabra es un dedo que señala, una mecha encendida.
Ni siquiera la pureza de lo falso.
Sin escapatoria queda el muro.
El asco está más allá del vómito.
La bondad es indefensión agresiva.
La esperanza es lo primero que se vende.
El poeta es un exagerado que se queda corto,
crear posibilidades tejiendo veladuras.

sábado, 2 de marzo de 2013

EL SABER

Tú sabes mejor qué ando buscando entre estos libros que salen del suelo, del techo, por el asiento del coche, esas palabras que te nacieron un día y se colocaron por ahí, para entretenerme en buscar su sitio.
Tú sabes que ando buscando tus palabras, ese trazo del sonido donde el viento se para, donde el tiempo se para, ese instante del mundo detenido en una tensión de ojos líquidos. Ese momento en el que dolor, cariño y emoción se funden en una nueva saliva gorda que quiere escapar como un llanto y que cualquier torpeza desatasca con un ruido, una palabra, un ¡joder! cualquiera.
Tú sabes que ando buscándote desde que nos encontramos: “eres mi soy” -ya te lo dije- por eso no me interrumpes cuando leo por las esquinas y me das luz y me arropas y me dices ponte las gafas que te vas a quedar cieguito. Tú sabes muchas cosas que no dices y un día derramas el mundo en una sonrisa de ojos tiernos, en una frase, en un gesto tranquilo, en esas cosas sin diccionario.
Tú me sabes tan bien que no me dices nada a las palabras, pero lo sabes.