- La bondad es el principio del miedo.
- Sólo el dolor cambia.
- El amor eterno es no desvirtuar demasiado el cariño presente.
- Soy mi mejor compañía.
- Si no cultivo mi diferencia me barbecho.
- Sin mi diferencia soy ellos.
- Hay que menospreciar para valorar.
- La soberbia nos vuelve humildes ante la mezquindad rutinante.
- Sin soberbia solo hay babas.
- Si sabes algo cállate. O dilo todo y que se jodan.
- La soberbia es la dignidad de la conciencia.
- Es tanto su poder que te lo acabas creyendo.
- Mientras haya pobres habrá revoluciones y mientras haya ricos se perderán.
- Existe una violencia decente: la hostia pedagógica, el beso, el amonal.
- La violencia como respuesta a una agresión desmesurada es una necesidad, un principio de justicia. El perdón viene después cuando ya no tenemos sitio donde meter tanta sangre.
- La piedad es salvaje.
- La piedad es violenta e irracional.
- No hay que perdonar, que se ganen el olvido.
- El hijo puta también es genético, lejos de exculparle le señala.
- Lo peor del tonto es que es gilipollas.
- Palabras para la gente que me deja sin palabras.
- Toda la vida en la taza y no sabemos cagar.
- Lo bueno de leer, de escribir, es que te cría las palabras dentro, hacen nido. Y lo mismo te nace un pollo que te caga una cigüeña, a veces una urraca guarda una llave y otras veces llegan los buitres.
- El tiempo requiere su tiempo.
- La mediocridad tiene la virtud de olvidarlo todo.
- La mediocridad cien veces repetida es cien veces mediocre.
- La ideología es cosa de pobres.
- El dinero es cosa de ricos.
- El dinero es amnesia.
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