jueves, 24 de septiembre de 2009

MARRUECOS SUNDAY

Cabalgar en el desierto a lomos de un camello es la peor forma de hacer el domingo. Da igual si la semana es buena o es jueves, si pierde o sube el dólar, porque el domingo es el domingo. Entonces cuando hasta la estrella de la noche más preciosa se convierte en souvenir, las dunas son de playmobil y la compañía la culminación del Erasmus.Detrás de la risa calculada hay un aluvión de sopa, rincón, rencores. Todo Marruecos se concreta en un té. A todos sabe bien, se lo beben, resulta barato. A nadie importa de dónde sale la menta, de dónde sale el agua, quién se quema la mano. En Marruecos Té se escribe The (como si fuera The End). Yo he sentido el biombo, que es como se suele ver la parte de atrás de los billetes. Marruecos es un país de bolsas de plástico. Blancas y negras. Un enorme vertedero de diferencias donde todo está preparado. Dirigido. Entonces lo mejor es fingir que es como se llega al orgasmo.

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