viernes, 29 de abril de 2011

LA MENTIRA

Parece que hay muchos pareceres pero sólo lo parece. El parecer es un reflejo acuoso que se cae de los objetos. Las personas somos así. Habrá que comerse el pollo frío del domingo. Frente a frente los ojos parecen espejos. Cristales ahumados por la moda del rimmel, de los cosméticos fabricados con placenta de mono. Y en esta acumulación de carnes parecer delgado, prestante, normal. Parecer es sinónimo de mentir. Por eso el ojo parece un ojo sólo si es parecido a otros. Si no el ojo, simplemente es. Pesa claro, porque la pena es una legaña íntima que se acomoda en la luz para airearse. Por eso los ojos se caen y salen las ojeras. Hay ojeras de párpado porque la pena se sube por las paredes harta de dar de comer al gallo. Este texto se parece a otros por eso pide un basta. El ojo se abre y cae súbitamente. Pesa. La congoja está agarrada a las paredes de la mirada como una bacteria caprichosa. Parece que un grito puede quebrar la ansiedad pero la calma, ay la calma, sucederá con más peso por ser lo sucesivo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Parecer, mentira.
Mentira del parecer y parecer de la mentira, magnifico artículo, como en la mayoría de tus escritos, es vibrar con la excelencia.