jueves, 6 de octubre de 2011

LA PARADOJA

En la comodidad todo parece dinero. Los cojines son las sonrisas tibias del aire, los buenos días y el tenga usted. Lo cómodo surge de las carteras llenas, de los bocadillos calientes y el agua fresca. Lo cómodo es natural como las poses de una fotografía. Complaciente como un niño con sus padres, como un pescado terminado, como una oposición de policía. La nevera llena, el aire acondicionado, la cama hecha, el coche limpio, el asiento libre, la hora menos en Canarias. Es la sobremesa de las bromas amables. El café con siesta, un septiembre juliaceo. Es lo contrario a la tragedia, al drama histérico de la prisa oscura. Los pueblos son lugares trágicos y complacientes. Son las cajas de zapatos de seda. Las lupas de las vecinas estériles, el remanso atroz de las conciencias. La paradoja humana hecha cercanía.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por fin reapareces. Te he hecho una chapuza, ahora que el calendario te dice : ¡Bingo!. A mi tras la experiencia abueril con la dulce Salma me quedan cuatro días de obrero oficial, el trece -miraránmela a ver si crece- y aquí paz y después hornachos, a por la Sosa y lo demás jugar a la petanca y al Inserso p´a saber lo que es perverso. Sigo esperando el libro del dúo Sánchez-Chamorro
El nuevo diseño me ha resultado más complejo para escribirte este comentario (E.A.)

Anónimo dijo...

Sigue esperando que es el gerundio de hacer peras... ¡ABUELO OFICIAL Y OFICIOSO! Lo tienes todo. PD. La que te has llevao...