Y comprobar que el mundo cabe,
que el tiempo gira en ojos que lloran diferente. Quererse es buscar con lo
encontrado, tocar la memoria, cambiar los recuerdos de sitio para arrancar el
futuro. Comprender tarde la salvación del ritmo, llegar al entusiasmo de los aveces. Querer depende de ti. Tu mano teje la soledad, la entiende y la
abandona. La perplejidad prosigue en la caricia sin un orden que imponga la
derrota. Mejoramos la mentira en la constancia. Continuamos la abundancia en la
pregunta.
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