sábado, 12 de febrero de 2022

LA VERJA

Como la tabla de un naufragio. Una emoción antigua que dejamos marchar en la tarde de nochevieja. Un catarro de cristal con la fuerza de las persianas y una foto en un cajón. Se pone de pie cuando se tumba como la caída que hace al otoño. Hay una columna que se sienta. Importa como lo que nunca ocurrirá y pasa siempre. No tiene color porque no existe. No existe el ruido ni los perfumes. Esa estrella que ves es un quién sabe. La incertidumbre fija el vacío con su viento de franqueza. Sol, roca, piel. Cuánta inmensidad sin detenerse. Una uña crece en una verja y mi mano te busca como un topo que duerme.

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