jueves, 7 de abril de 2022

LA PREGUNTA

Y tú me respondes con silencio huérfano. Dialogan las auroras cuando se rompe un vaso y vuelven los esmaltes. Todo es confuso cuando vuelve. Nadie se baña dos veces en el mismo sueño. Quizá por eso te miro atento al misterio. Aprendo despacio como un niño que no pudo serlo. Flotas como la luz en el agua. Fijas los detalles al mundo. Tienes el silencio lleno de telones. Te acudo con la mejilla en salivas y en la frente algo de infancia. Si me faltas, me convierto en la caída de un chupete. Una ternura intrusa te acoraza. Te deslizas. Eres líquida como la mano de un niño que todo lo agarra. Tienes la llave de la ternura, el lenguaje de los pétalos y el asombro intacto. A veces un tobillo te delata y pareces quien no serás. Sufren las telas en tus ojos y vuelas con la añoranza del globo que se marcha. A veces te pregunto, pero ya no estás.

1 comentario:

rinconeracha dijo...

¿Me pregunto, de dónde sale tu infinito. Y respondes con tu insuperable literario. Elevas a quien te lee.