sábado, 14 de mayo de 2011

EL SOLIPSISMO

Cada uno tiene su afilado trapito para las gafas. Cada uno con su cada cual en sus zapaterías aniñadas del entusiasmo. El agujero negro es agujero negro porque te ve, da igual que nos lo preste el vigilante polaco. La luz siempre la absorve uno mismo. El yo es el mi. Un ego lánguido como un chicle chupado, estirado, made in USA, que acabamos pisando y arrastrando pegajosamente por los incómodos pies. Al final todos soñamos lo que quiere nuestra almohada. Segismundos sin tierra ni tiempo, somos el capricho del azar de un viento que no es nuestro. Vamos mirando las papeleras del vacío para encontrar el bocadillo mordido de nuestras importancias. Nauseabundos estertores de alegría al que quitamos la hoja podrida del final para que entre en el marco amarillo que nos regaló La Toñi. Cada vez nos parecemos menos.

No hay comentarios: