viernes, 2 de diciembre de 2011

LA PUERTA

Mientras hay vida hay desaliento. Mientras la sangre llene el cuerpo habrá palabras golpeando las paredes. Mientras el tiempo siga seguir siendo. Comprobar que la belleza requiere caricias. Qué era aquello de los labios. La afinidad trajo el silencio, el caudal lo disoluto: las cosas que se vierten. Y en la frente una puerta que separa los ojos. Uno ríe, el otro duerme. Uno piensa el otro gime. Y cruzar el umbral para continuar la mirada. Mirar de frente hacia la espalda del cielo. Alguien llama.

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