A ella y sus misterios...
Ante el egoísmo de atenciones quién puede solidarse. A tientas, como el aire sin piel de un recuerdo, el tiempo es un cuándo. Que sufro por la luz lo sabes. Y la mirada por encima de los sexos ansiando la orgiástica del cariño. Mírame -apenas sé quien eres- pero pasan los nuncas como si fueran palabras sin abrir. Hay silencios –ay- que estallan por los labios del mañana. Y tejiendo este ahora con lo que me va quedando de presente, vengo ante ti, a que me digas no te quise nunca, a que me tires los espermas a la cara, a humillarme el desnudo, a quemarme los fonemas –la palabra, la palabra…- porque yo ya no soy yo ni mi nada es ya mi nada. He venido a darme en darte. En calentar la tibieza del ser humano que me gime cuando te pienso y pienso que vivir ya vale la pena, -la pena- ay.
1 comentario:
...Gracias
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