jueves, 1 de julio de 2021

EL RENCOR

Se crece en silencio, como las uñas, los pelos y la tristeza. El tallo crece sin hacer ruido, como el cáncer y las Sicav del amor. El silencio es una venganza inversa, el crimen que no cometemos porque la vida jode más. Guardarse las palabras es quemar la concordia. El silencio dice basta cuando mira a las piedras. Es donde ocurre todo. Donde somos sin que nadie nos los pida. Es la desembocadura de la inercia, donde se cala el coche y acaba la fiesta. Es el rencor. Por eso los muertos callan como un matrimonio en una terraza. El ruido es único, salivasco y chillón. El silencio es múltiple como el polvo que guarda. Es un trombo de memoria que nos ahoga y el colapso del seráposible. No hay que hacerse el Molino para rugir su conocimiento. Es sencillo: calla y crece. Por eso los muertos viven para siempre con su pelo, sus uñas y su tristeza. Siguen el crecimiento de la nada, como las cenizas de un paraqué. El silencio es la soledad accesible. El recurso para volver. Cuando rebañamos el rito, es el aire que sale de los huecos. Es la fragancia que nos llama sin oler. El espacio sordo que muestra un espejo preñado. El silencio es la brisa, es cuando el ojo se hace mono, cuando las palabras pierden el tacto y la piel, como una camisa de serpiente. En silencio se mata, se muere y se llora. La vida pasa en silencio, como el odio y las violaciones que pensamos. Como los deseos, las manos y los viajes. Como el cazador de orejas, como las orugas y el paseo. Como la cobardía. El arrebato del cariño nos sacude con el toro del silencio. La imaginación es el silencio de los poetas, donde llega la sombra y algún verso. Es un laberinto horizontal y el telescopio que pinta la cueva. Es la madrugada que asoma y la nube tranquila que pasa, con la elegancia de un gato.

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