Apretaba el pan como un brazo de su amante.
Nadie perdona el silencio.
Se peina con la gomina del móvil.
Mírale los zapatos a la emoción.
Los coches tocan el piano de la ciudad.
Andaba de espaldas para caminar recto.
Vomitó el turismo y se fue.
Qué media hora tienes.
Sin risa no hay seriedad.
La papelera era un buzón.
Se fue como el lazo de un cordón pequeño.
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