jueves, 28 de mayo de 2015

EL COJÓN

“Cojón. (del Latin Coleo) masculino malsonante”. [sic]
DRAE

-Mis cojones consultan el María Moliner.
-En la Academia solo hay sillones.
-Los cojones no pasan la censura.
-La paradoja de los cojones es que tienen más fuerza en singular.
-El cojón como testigo viene de Roma.
-Testificar: decir las cosas con cojones.
-Cojonudo quiere decir comprobado.
-Huevos suena a cocinero censurado en Telecinco.
-Gónadas suena tan científico que parece mentira.
-Tener cojones duele.
-Si hay un alma está en los cojones.
-Los cojones suenan perfectamente.
-Soez es soez. Cojón es mordaz.
-Los cojones tienen la fuerza de la ce y la ene.
-Se escandalizan de los cojones viendo la tele con sus hijos.
-Los cojones traspasan la línea roja  de los escritores del mercadona.
-Satán viene de cojón.
-Los cojones abren la mente.
-La paciencia tienen los cojones por fuera.

martes, 26 de mayo de 2015

EL BOLSILLO

Cumplir dieciocho es mentir a los dieciséis. Esa ilusión aplazada que viene del huevo Kinder y un día se llevó el ratoncito Pérez. Entonces los sugus llenaban los bolsillos de la infancia. La mentira era un bolsillo con agujero, cosas que guardar para mañana. Con el sugus del futuro se engaña a la vida, con el “Mañana y nunca mañanamos” y “hoy es siempre todavía” que decían los poetas. Los dieciocho son el coche y la papeleta, los veintidós la novia, los veinticuatro el curro si hay suerte -¡ya ves!-, los veintiséis el despido, lo veintiocho la boda y así hasta que un día las manos salen de los bolsillos para comprobar que están vacías y sucias como la depresión y el cáncer. El dolor cambia como un desconocido, como una pregunta abierta hacia ti mismo. La mentira viene siempre con una sonrisa. La felicidad se vende con futuro porque el presente apesta a pasado. Lo pretérito no es más que una proyección de lo falsario. Y sé “que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos” como decía el poeta. La mentira se estira hasta que se rompe en los bolsillos donde las manos juegan con caramelos de eucalipto. “Soy un fui, un será y un es cansado” como decía el poeta y hasta de los poetas estoy harto ya, siempre con su borra y su hijo de la mano. Los pueblos tienen una tristeza de zoológico. El bolsillo almacena la tristeza cotidiana. Por mis bolsillos he encontrado a un viejo que visita a su mujer todos los días. Asiste a su muerte con la paciencia de la vida, es un viejo salido de un poema de Bukowski, que veo salir de la Residencia. Hank caminaba con las manos en los bolsillos cuando no le funcionaba el Volkswagen.

viernes, 15 de mayo de 2015

LA CUCHARA

Como una cuchara sin memoria llega la luz. Ahora tendré que forzar la piel para  llenar el hueco de la cuchara. La cuchara se lo llevó todo con su metabolismo de halcón. Su hambre de polvo como una delicadeza que se pierde y llora, sola de parque y plaza. Reconozco cada segundo, alguien dijo “¡Cómo pasa el tiempo!”, nadie dijo "cada mañana una lengua, cada noche más saliva". Nadie el sueño un enlace de bocas. Nadie los dientes son dedos que manda el ojo. Nadie, "que enfrente no hay nadie", nunca. Así que voy caminando por platos de sopa, chapoteando como un niño en recuerdos de ajo. Jugar es olvidar un poco. La cuchara limpia pero retiene, como el viento, como una zanja. Ahora soy, el recuerdo de esa cuchara.

jueves, 14 de mayo de 2015

EL HUEVO



“Me avergüenza haber vivido tanto.
Vengo de los demás cansado”
“Trata de volar el árbol y no puede 
Nunca la esfera logrará ser libre como el huevo”.
Jorge Oteyza.


Y quedarse frente al mar y esperar que la noche añada estrellas al tiempo. 
Concentrarse en el odio, y morir.

Y que escriba la rosa.


miércoles, 13 de mayo de 2015

LA CENIZA



 “Soy una anarquista paradójica”
Angélica Liddell

-El político tiene la amabilidad de los yonquis.
-Las locas tienen ojos de cloaca.


-La tragedia de reconocer cada segundo.



-Nadie habla del genocidio vaginal.
-Nadie habla de la paternidad industrial.

-Mi asesino quiere ser padre.

-La naturaleza no tiene razón.


-Conozco el erotismo líquido de la risa.
-La estética llora belleza.


-Escribo para tocar.
-Hay palabras como trapos.


-El dolor tiene su propio ojo.

-El ojo duele solo.



-Lo bueno conocido es lo malo por conocer.


-Hay una destrucción comprometida.

-Quién garantiza la ceniza.

sábado, 9 de mayo de 2015

EL CLORO

La barbarie empieza en familia.
Angélica Liddell.

A Mónica.

Y ahora qué. Para qué. Ya no me divierte jugar al escondite y el néctar de la alegría fabrica miel con pesticidas. Las letras del diccionario se caen y las mariquitas llegan volando hasta mi coche para posarse en mis pestañas mientras conduzco. Ya no me inquieta el para qué. Para qué. Han disparado a Eva. Han disparado al tiempo, cloro y asco por las albercas, y mi gorila escapa hacia el amor para olvidar el genocidio de las vaginas. Para qué olvidar. Hay que agotar hasta la última sangre de las letras. Y ahora qué. Ven, dame la mano, prometo no preguntar.

viernes, 8 de mayo de 2015

EL SONIDO

“El sonido es la arquitectura del cine”.
Orson Welles.

El sonido es una puesta en escena, un espectáculo de luz que cierra los ojos. Welles dice que le da arquitectura al cine que es como decir que le da cimiento, techo y ventana, quiere decir que le da wáter. Darle retrete a cualquier cosa es darle comodidad, escape, retortijón. Welles quería decir que la imagen viene del sonido pero le salió la alegoría, esa picture literaria de la metáfora. El fotograma como la palabra viene del sonido. Sin música no hay grito, y sin llanto sólo hay mueca. Necesitamos aire para oxigenar la sangre y la letra. Porque leer lleva implícito el sonido por eso los foniatras prohiben la lectura cuando operan. La música completa, por eso Ivan Illich habla de la oralidad como la palabra pura, que lo escrito sólo hizo industria. Por eso Welles dice que del cine sólo le interesa hacer películas. La imagen se escucha, el sonido se toca, la forma se huele, el olor se siente, y la palabra se ve, etcéteramente. Por eso hay que ver las palabras como dice Jordi Hurtado. En el sonido el olfato cuenta mucho. Olemos las cosas para concretar el instinto. “Un perro lamía el cuello de su dueña porque olía el cáncer linfático” decía el periódico. Para eso están las lenguas negras de los versos para lamer el tumor de la tristeza. El perro de la soledad ladra por las mañanas como si fuera un gallo loco, como si convocase al verso y a la lluvia desde el pétalo ronco de un ladrido.