viernes, 28 de abril de 2017

LA CERTEZA

"Estás llegando a la equidistancia".
Víctor Chamorro.

Camina para sentir el pasado.
Insisto para encontrar variables.
La nanotecnología conseguirá balones de fútbol diminutos.
Pararse retrocede.
Escribió un cuento en 2 volúmenes.
Quien oferta controla la demanda.
El dinero fabrica calendarios.
No me llega ni para la letra del cáncer.
Desprecia para que se entienda.
Sin desprecio hay insulto.
En Alepo nadie sale de su zona de confort.
La democracia reside en el límite.
Competir como sadismo.
No te adverbies.
La cantidad vende calidad.
Mientes como la nieve.
El pragmatismo comienza con el espermatozoide.
La primavera no sangra.
Encontrarás lo escondido por el rastro que deja su silencio.
Corta la sombra para sajar lo honesto.
La razón hace enemigos.
Vencerás y convencerás al miedo.
En la agonía hay más negocio.
Hay melodías que suenan a nombres de constelación.
Sin certezas obliga peor.

miércoles, 12 de abril de 2017

EL DESPRECIO

"Sólo tengo un desprecio: es para el que, conscientemente, es inferior a sí mismo".
Juan Ramón Jiménez.

El futuro viene de ayer.
Bajo el silencio encontré la valiosa cercanía.
Simple, como todo lo complejo.
Sigue tu camino detrás mío.
Las bibliotecas necesitan empadronarse.
Quién me remunera el mito.
Muerto el paro se acabó la rabia.
Cuando fueron a detenerle llamó a la policía.
Hablar claro oscurece.
Primero lo segundo.
Dar para que falte.
Intentemos intentarnos.
No mezcles el nosotros.
Se cala superficialmente.
Fabriquemos un momento.
Si lo sé me vengo.
El cansancio viene del aburrimiento.
Encontrarás lo escondido por su rastro de silencio.
Desprecia que algo queda.

sábado, 8 de abril de 2017

EL DEFECTO

“Yo siempre he sido un gozador del defecto, un ojo distinto, un hombro lunanco, un lunar... ¡Bendito el llamado defecto que no lo es y que nos salva de la odiosa perfección”
Juan Ramón Jiménez.



Para R y A,
defectuosos.



El defecto es un pero que significa también. Es la diferencia que amplia, la especialización de la belleza. El defecto es el estudio literario sobre la poesía de Umbral en la revista Barcarola. Esto ya lo sabían los numismáticos y la moneda con tara se cotiza más. La misma ropa es más barata y hasta el libro mercado en El Rastro “te” se vende a mitad de precio. El defecto tiene la personalidad que no se cambia en El Corte Inglés. Las narices con defecto te sacan en el Cuore, te encumbran, te distinguen, hasta que un cirujano (emperador de la norma) te convierte en princesa del Hola. El defecto no tiene nada que ver con la genética que invalida y te empuja por la silla de ruedas del suicidio. El defecto tiene que ver con la diferencia, con los cojones tranquilos de un basta. La perfección es una cosa de albañiles, de japoneses haciendo turismo por Calatrava antes de coger el autobús oclock. El defecto es el filete crudo, la pera al punto de agua, el pecho diminuto o el cojón en ascensor. Sin defecto no hay pandilla. No hay gordo, ni chino ni bar Carlos en cada pueblo, porque también hay un defecto igualitario como el tópico del gentilicio. La paradoja de la uniformidad diferente, el defecto como torpeza que primero exaspera y luego encariña. Cualquier cosa antes que el calendario (ese chantaje), o el borrador de hacienda universal.

viernes, 7 de abril de 2017

EL HIMALAYA

Sigue así pero suéltate el cencerro.
El terrenito justifica los medios.
Estás hecho un plasma.
La podredumbre conserva su frescura.
Excusa que algo mandas.
El peor día estudia.
Selfiar o no selfiar...
Medalla de oro de las artes y las ciencias de mi pueblo.
El sobaco de un grillo huele a ruido.
Quítate de enmiedo.
Cuéntame algo que no digas.
Sin humor no hay los cojones.
En la cumbre del Himalaya hay un hombre mirando como ladra su perro.

sábado, 1 de abril de 2017

LA PROPORCIÓN

A Mónica

Supe que el tacto tiene su propia sed, que los niños no se equivocan, que los gestos son la proporción. Que se crece de la emoción a la belleza por atracción de lo admirable. Quién puede contener al temblor que irradia la duda -la mariposa vuela porque duda- a la firmeza de la corriente inevitable. Me dices“no te hagas tanto daño” y me tocas como a un hijo y me arropas, y me regalas libros porque me ilusionan. Y me siento como un beso en un arroyo haciéndose las preguntas. Quería decirte muchas cosas que ya sabes, que perdón y gracias son hacia ti lo mismo.