viernes, 9 de septiembre de 2011
EL NEGRO
EL ABISMO
Tirando del cabello llegaré hacia ti. Llegaré hacia el septiembre más lejano del gemido. Sosegado, preguntaré tu nombre al sonido, a la voz trémula de las caderas, al misterio último de las ingles. Comenzando la pérdida se tantean los principios para amarrar las preguntas de la grieta. La inquietud se clorofila, se vuelve una niña que pregunta, que se toca y trepa por tus oídos. La vida partió de la saliva donde lenguas vaginosas engendran susurros, claridad que traspasa la noche de la palabra. Y en la confusión mordida del aire llegó una burbuja de piel, con su cuello y sus gomas apretadas que sonaban. Y nadie supo -¿quién lo sabe?- mecer el tiempo del mar. Cuando se llega a la orilla del amor surge el abismo. Tirando del caballo trotaré hacia mi saltando sobre la playa.
viernes, 2 de septiembre de 2011
LA PALOMA
Se equivocaba…"
Rafael Alberti.
Un gemido removió la ceniza equivocada y la piel se irguió de nuevo como un tallo retorcido por la mano de un niño. Jugar con los cuchillos es jugar con los relojes. Las palomas nunca miran al sol porque vuelan hacia la luz profunda del abismo. Hay que detenerse en la esfinge del azul para no pudrirse en la arruga gris del desengaño. Que las mañanas no sean nunca mañanas y el todavía un mañana, y hasta los besos del hoy por hoy un mañana. La ceniza no tiene sentido equivocada, sigue siendo ceniza, el poso inerte de los parques, la uña de las caricias. Sufrir por el debería es sufrir menos. No hay peor muerte que la vida revivida. Hay que pulir el aire con soplidos. Amasar las tardes con la valentía del vuelo. En el corazón se piensa con sangre y la neurona es su lágrima. No escondas la cabeza en el silencio de la risa, no mires a tu hermana ni a tu madre ni mires ya nada más que a tus ojos que son alas y las alas vuelan y el volar es mar, instinto, fuego. No hay que tenerse miedo. Si lo sientes, alguien roba la llave.