miércoles, 23 de marzo de 2016

EL TÚMULO

"Todo ser nace para aliviar la soledad de otro".
Miguel Delibes.

El tiempo necesita tiempo para darse un respiro. Mi aguja y tu ojo, juegan juntos. Nuestras soledades se acoplan en el odio. Interrumpimos lo imposible con nuestras caricias en mano. Ya no, ya nunca más cientos volando que puedan ser. Ya solo el cuerpo cambia la suerte. Y jugamos con madejas que brincan como gatos. Ahora me quieres pese a tanto. Ese túmulo de horas (como una miel en la memoria) hace de tus gestos confitura, de tus defectos disculpa. Sin ese túmulo, el beso vuelve a su labio y nadie acepta una disculpa. No la toques ya más que así es la tierra.

martes, 22 de marzo de 2016

EL PICO

Como el pico de rimmel legañoliento, el tiempo se fue hacia el vértice de tus ojos. El minúsculo negro, lo apenas, fue tomando cercanía. La mirada tiene su memoria, su archivo sin dientes, sus babas soñolientas. Después de quemar el tacto, de bruñir palabras hasta desgastarlas, de precintar y prescindir, ya no hay más que una pavesa sin preguntas. Hemos llegado a la transparencia, al asco azul del silencio. Y vamos encontrando calores nuevos, estufas horizontales de lana extraña. En la extrañeza de los vértices tocamos la timidez para ver qué pasa. El mortero de la emoción sigue en el íntimo burdel, un pico que recorre el mundo para encontrar su esquina. Lo insignificante se vuelve negro en los ojos. Sólo en tu mirada se belleza.

viernes, 11 de marzo de 2016

EL CAJERO


La rapidez de la cantidad.

Lo inmediato piensa mejor.

Somos la arqueología que seremos.

La lucidez de la renuncia fracasada.

Congreso de los imputados.

El congreso legisla las formas, los fondos son créditos a plazo fijo.

Creo en el porvenir de la saliva.

Solo entiendo la paternidad honrada de la compra adoptiva.

Para mejorar la democracia, hagamos listas de cajeros abiertos.

Nadie visita los espejos.

La repetición de los límites los dilata.

La cantidad confunde.
La historia la hacen los archivos de la CIA.
El funcionario quiere ser pensionista.

Tiempo, tiempo y un largo etcétera.
El trabajo es el opio del pueblo.


jueves, 10 de marzo de 2016

EL CAYUCO


Mar, dolor de sal, frente de sol, fiebre de arena. Una gaviota pica el ojo que te ahoga. Mar, sangre de vértigo. Como la ola que golpea suave y se va, como el dolor que se olvida en lo inmediato, entiendes que también se hunde la voz.

miércoles, 9 de marzo de 2016

EL DÍA


La mujer trabajadora, como el último perfume del corte inglés, viene a ser el eufemismo de su propia condición. Puestos a celebrar –celebrar por qué- debería ser la contraria, la mujer ociosa, libre, dispuesta para su capricho. Celebrar el trabajo no sólo me resulta absurdo sino cruel. Y en esta trampa cayeron hasta los ideólogos anarquistas más eminentes. No sé a qué Banco se le ocurrió liberar a la mujer a través del contrato pero como estrategia es de lo más burda. Quién se come eso sin más. Pues nos lo comemos con la fuerza de Telecinco. Porque lo peor que le ha ocurrido a la mujer no es ser “miembra” ni “periodisto” de nada, lo peor es (como decía Umbral) “que se ha creído la fotocopia”. Cuando la ecuanimidad de los varones anda pidiendo el mandil para fregar los cacharros como forma de olvidarse de su capataz, ellas están locas por firmar la explotación que las iguale. Es la “gran catetada” que decía Romero Esteo, la igualdad por abajo. Hay cosas que se analizan solas: “discriminación positiva”, “violencia de género”, “igualdad femenina”. Los sustantivos se autoadjetivan cuando tienen vocación de universales. El error, parece ser, viene del complejo atávico de lo doméstico. El Banco Santander se dio cuenta que las patatas con carne no iban a “Port Aventura”, y empezaron a trabajarse el lenguaje, la repetición goebbelina, hasta que la cosa saliera de ellas mismas. La mujer en estos días de celebración, se iguala al libro, a la diabetes y a la radio. Para mi es mucho más, es todo, claro. Creo que la igualdad, como concepto, debe replantearse, ampliarse, diferenciarse. Porque yo no quiero ser igual que un perro, ni el perro creo que quiera ser bibliotecario, lo que sería un desprestigio para el perro. Las diferencias están muy bien. La igualdad se defiende sola y necesita de todos. Pero creo, que lo que se defiende, lo que se señala en casi todo discurso de calendario, tiene que ver con el consumo implícito del lenguaje. Nos venden (regalada) la idea de igualdad y trabajo, para que miremos con envidia la nómina de Manolo en lugar de odiar la enésima Reforma Laboral y el propio régimen servilista, ya digo. Trabaje usted hasta los 67, compita con Rodrigáñez, que si llega a la jubilación que no le garantizo, ya tendrá usted el sistema de salud desmantelado para tener una vejez de perros. Ay, las patatas con carne.

jueves, 3 de marzo de 2016

EL CONGRESO

Quién quiere cáncer.
Tu torpeza me consuela.
Hay escritores de Inditex.
Trabajo en Estocolmo.
Quien quiera peces que me enseñe el culo.
Vives demasiado en ti mismo.
El tiempo se mide en aburrimiento.
El jefe tiene complejo de igualdad.
El congreso no parece una sucursal.
Soy psocialista del Rey Juan Carlos.
Te voy a besar el asco.