jueves, 31 de enero de 2013

ANTROPOFOBIA

¿Dónde está la primavera?
Franz Kafka.

No se reprocha al viento su soplido si no su falta de oxígeno. Así las personas, el lenguaje, en fin. Tan connatural al ladrido es su violencia, su atención, pero las horas desgajan el tiempo en gavetas, en copias sin nombre, en aire hueco, oxidado, átono. Sucesión de sucedáneos que se desencriptan en gritos. Acabas buscando rayos de sol como si fueran rayos de sangre nueva, pero algo falla cuando los astros reparten anatomía, cuando las cosas se cambian de sitio sin una mujer de por medio, cuando la sorpresa llega sin la violencia de lo fortuito sino con la asepsia del accidente. Quién solidificará los deseos del labio, quién volará primero. Las palabras prosiguen su barroquinería –es la metáfora quien silba- porque el cristal deforma el eufemismo. Bajo el agua cristalina reposa el légamo complejo. Debajo del lodo hay gusanos, dedos y saliva, una creación exagerada que se queda corta. Justificándome. Justificándome las tardes en dormitorios llenos de raíces, en frías sangre de codo. Ya solo me entiendo cuando te miro.

viernes, 25 de enero de 2013

LA PARTIDA


“Soy muy solitario, eso es todo. En mi interior, estoy en comunicación con mucha gente y muchas cosas”.
 Jean Luc Godard.

A Diego Justicia

La caricia desgasta -sabemos que el papel corta- ¿qué hacemos con la piel?. Deberíamos abrazar el hueco de los cuerpos que se marchan porque la soledad es un latido, el corazón primero, quien no se queja. Es la bondad animal, esa indefensión que asesina sin palabras. Voraz y caos. También la lágrima miente en su lenguaje de células. La emoción tiene sus frases: el asco está más allá del vómito; sin celdas crece el muro. La huida es el regreso a uno mismo, concentrar el dolor sobre los hombros de tus ojos, la más cruel de las estancias. Al porqué le responde un cómo. No mires más ojos que sus ojos. Protege a la piel de su caricia.

miércoles, 23 de enero de 2013

EL CODO

Desde lo más oscuro del dolor se llega a la sangre, por eso marea. Quién le ha dicho al leucocito que viene el lobo. En qué país hablan su microscópico lenguaje. Mis codos entran al barullo del silencio. Nunca hubo tregua en las camas del invierno. En la intimidad del calor brota la tos, la fiebre, gemidos dolientes como sueños. La vigilia es la excusa suicida de los relojes –números rojos- donde el estallido se concreta en un dedo, un fragmento de instestino, tumorcitos que se llevan los sueños. El ruido se eleva con la altanería de las bacterias. Es el horno del silencio quien saborea a los sonámbulos que caminan por el mundo ciego de los tactos, allí donde el frío asusta. Inasible como el filo de las cánceres, con su misma delicadeza soñolienta, esta confusión, plana como los contratos. El dolor es la presencia de la vida (ese eufemismo) lo invisible de las emociones. Pensando cicatrizo las anginas del insomnio. Y sale esto.

jueves, 17 de enero de 2013

EL PASEO

"Los libros se escriben con besos".
Pablo Neruda.

Paseábamos el invierno por Segovia. Cuando comienzo un lugar extraño “que me lleven, si es posible, donde haya libros” que decía Baroja. Es la forma de sentirse en casa, la manera de emborracharse de los bibliotecarios. Y resulta que me encuentro en El Espejo compartiendo caterva con Valverde, Castelo y Luis Antonio de Villena. “Yo que parece que he nacido muerto”. ¿Eres tú? –me preguntas, y no sé qué contestarte. Ya casi no tiemblo –temblar es vivir un poco- por aquel verso sepultado en una década. Me sorprendo sin la ilusión de aquellas primeras muertes, con la metáfora pendiente, vigilándome la vanidad a base de tactos. Intento absorber tu cuello, tu olor, tus muertecitas de piel perfumada como si fueras la última saliva. Mastico tu pelo. Pego mi nariz sobre tu oreja, junto mis dientes en tu nuca. Todavía siento el frío cuando tus manos me sueltan.

martes, 15 de enero de 2013

EL FINAL

En el país de los ciegos el rey es el rey.
La belleza esconde.
Los maestros son malos alumnos.
Hay verbos que no admiten lo ecléctico: gozar, temblar, emborrachar, pensar, prohibir.
Proyectamos desgracia para liberar culpa.
La magia del subconsciente es el más atroz de los realismos.
En capitalismo todos somos policías.
Mientras hay dinero no hay esperanza.
No hables en voz alta lo que piensan en voz baja.
Viajar es una cualidad de la percepción.
La vida es un diálogo de muertes.
Piénsame y ya veremos.
Existe luz tras la oscuridad del tacto.
Cualquier cosa menos escoger lágrimas.
Académico es antónimo de lírico.
La protesta es un disparo. Y así sucesivamente.
Al final, mirad el final.