viernes, 29 de junio de 2018

EL BLANCO

"[...] aquí, no hay espacio para crecer más".
Alicia en el país de las maravillas.
Lewis Carroll.

Desde la conciencia de una hormiga se miran mejor las estrellas. Se atisba la conciencia, brilla el tiempo con su escombro y la piel importa lo que dura el hielo que lo tersa. El hielo es el reloj del verano. Lo que dura una tarde en una terraza, lo que dura la risa en una canción, lo que dura un orgasmo en lo furtivo. El hielo puede quemar. La nieve calienta las manos del fraude. El blanco -el verano es blanco- prolonga la brisa hacia noches de luz, noches luminosas que brillan con sonido. La luz viene del grillo que titila su estrella. De brisas de oriente con peine de abuelas. De memoria olvidada en la saliva de un pecho. La claridad siempre es oscura. Yo hablo de luz. De ese juego de sombras que pide su cal y su calma. El blanco es el sonido de la siesta, de las fachadas listas para el tiro, para la violencia de la mancha. La violencia tiene ritmos y arrugas. La arruga, lunares que llenan de blanco la pelambre, posando el verano sobre la vida, con su armonía lenta de cutícula. La hormiga cruza el blanco, evita el hielo y la sal. La hormiga, en su seguridad desconocida, huele la diferencia y sale a tantear la fruta. Y sin embargo se mueve. No necesita la indiferencia. Esa hormiga blanca, que uno envidia a veces.

miércoles, 20 de junio de 2018

EL RITO

A Mónica.

Ese tiempo no importa. Mi error era cierto. En tu imposible, encuentro ahoras de memoria. Encuentro a un niño junto a un libro y una luciérnaga de voz en un teléfono. Cuando la memoria entra en tus ojos la emoción mira por los cristales. Y aquí me tienes cumpliendo con el rito, con la obligación de necesitarte, frente al mundo. El tiempo nos debe su futuro. Yo te debo la inocencia. Y madrugadas solitarias, y paseos solitarios, y viajes solitarios, alumbrando versos que te merezcan. Somos un espejo constante, la caricia que vigila al miedo. “Perdón y gracias son hacia ti lo mismo” y un algo más repetido. Habremos de ir bebiéndonos, juntando el agua con las ganas de llorar hasta que el ojo solo sea aire, una burbuja de alas, de otra mariposa, que vuele sin dudar.

jueves, 14 de junio de 2018

LA COSTRA


“Sé que en mi cabeza flota toda clase de mierdas raras, pero no quiero analizarlas: quiero ponerlas a trabajar”
Terry Gilliam.

Lo peor del siempre es el otravez. Ese mosquito lento que tedia la mirada. Por aquel embudo, el bulto de las emociones fue deformando su crisálida para estrellar el alquitrán. Los cristales sobre la luna, chillan como urracas. Los cuervos no saben inglés y croan, otravez, sobre el verano. Chapotean como niños, como esos niños de antes, con costras en las rodillas que se quitaban con la curiosidad de la sangre. Aquel niño dejó paso a un bulto de colores. A las costras del tacto. A las palabras preparadas para el grito de mi poema contra mí. Siempre es despacio. Lo eterno es un instante. Los momentos son abrazos con que llenar el pan de la alegría. Despacio tiene sangre de tierra, micelios de tensión, gérmenes de llama. La vida inevitable de las plantas llena de asombro el universo. Crecen, señalan el misterio. Acusan al lenguaje con su rumor de agua, y el fracaso abierto para la flor.    

viernes, 8 de junio de 2018

LA ASTRONOMÍA

A mi hermano Abel
que lee a escondidas.

-Nunca se sabe lo insuficiente.
-La muerte acepta todas las preguntas.
-Sentía por compromiso.
-Premio Nobel de rodilla.
-Vivir está repetido.
-Florecía para besar.
-El vacío enferma solo.
-La astronomía produce diarrea.
-Prematuro y viejo son un mismo antes.

viernes, 1 de junio de 2018

LA VERJA

Comía manzanas para no sentirse solo.
Culpó el atrevimiento por cobardía.
La compañía viene buscándose.
Solo queda el mucho de la nada.
Fracasaba con pedigrí.
Ausencia como aderezo.
La cara de tonto le costó 6000 €.
Los domingos el pobre se viste de rico.
Hay gente sin sembrar.
Se costeaba la muchedumbre.
La belleza necesita más.
A las series se les ve el fascículo.
También duele el alivio.
La igualdad nos hace inferiores.
A Anguita le falta un laboratorio.
La verja era el chalet.