martes, 31 de enero de 2012

LA VISIÓN

"La visión requiere distancia"
Antonio Machado

Hay que subir la tapia de las tardes. Buscar los horizontes de las nucas para poder contemplar la suavidad de los cuellos, las tersuras erizadas de los susurros. Los susurros son palabras lanzadas hacia adentro, hacia el atrás de los sentidos. Cuando las horas exigen el aire urgente de las palabras hay que dar un paso atrás. Situarse en la trinchera de lo escrito, en la valentía kilométrica de los años, en la importancia del calor frente al viento. Decir es lo contrario de escribir. Por eso las cartas de amor, por eso el amor, por eso. Y una vez construida la escalera quemar el cielo y volver al refugio de las noches silenciosas. Donde el lenguaje es un gesto, la vida entera un gesto, pendiente del temblor precipitado de una lágrima. Y en ese griterío de pestañas acunar los siglos, reposar los números, recordar el infinito. Si te piden lo inmediato guarda silencio. El silencio es el camino de lo rotundo. La tapia levantada hacia adentro.

miércoles, 25 de enero de 2012

EL VIAJE

"La lejanía es de limón"
Antonio Machado
Cartas a Guiomar

El miedo es un pasado que proyecta. Entonces, la edad adolescenta nuestras noches. A veces, cuando los hijos se pudren, cuando el insomnio de las caricias, vuelven las primaveras para abrir los parques. Llegan los besos llenos, la inocencia más ingenua de las mentiras. Cuando se toca el suelo de la vida, cuando los noes aplacan la angustia, entonces florece. Es el morir matando del amor. Allí, pasada la angustia involuntaria, lloramos sobre la piel, vertemos miradas sobre lo ajado. Queremos quemar de un beso todos los odios. Y en esa quimera del gemido planeamos vidas que no vendrán. Futuramos la mirada proyectada hacia los nuncas. Pretendemos abrir las noches, volver a oler los veranos, la gozedumbre de la risa. Pero el luego llega. El porqué es la pregunta. Noeseso, respondes al miedo. Entendiste tarde –vivir es eso- que no existe el sentido. Y te empecinas en libar la escarcha del temblor. Y descubres los instantes de su cuello. Y quieres masticar sus perfumes, jugar con los dedos del dolor. Ahora que los cuerpos son el vacío de ojos deseantes. Ahora que no hay más miedo que tu pasado ni más esperanza que su voz, comienzas, a la alegría del viaje.


viernes, 20 de enero de 2012

LA TUBERCULOSIS

Sin tuberculosis se muere la literatura. Y llega el tumor con su metástasis de miedo a devorar los gestos, el pelo y la nostalgia. Aceleramos hipotecas pagando niños en años veinticinco. Compramos las tardes para que nos llenen la cabeza de muebles –lo más lejos de amueblar una cabeza- de ropas y otras fragancias que se llevará el domingo. Sin tuberculosis la oficina suelda la extra como un barrote. Sin tuberculosis no hay baja ni melancolía ni romanticismo en los besos. La saliva ya no sabe a muerte. De tanto esconderla, las avestruces cruzan su tiempo como patos sin cabeza. Dónde guardar las flores por las páginas del Kindle. Y la melancolía por el lodo de la nostalgia, en este tiempo sin fecha de soles oxidados, de geriátricos, de futuros en paro. Las cosas del compartir andan por los nuncas, esas trágicas cunetas del horror. Un beso funde un nieto con su abuelo, como un hilo de muerte travestido de cariño. El enfermo es un cliente con ínfulas de muerte. Por la fiebre llegará la tinta, los tactos y caligrafías de espera. Y enfermar por el aire como quien sufre en un teatro. Esputar las arterias en orgasmo de otros. Perder el apetito revolviendo la sopa. Volver sobre el amor para preguntar al mundo. Preguntarle al silencio su universo. Contemplar el mundo en un verso de silencio.

miércoles, 11 de enero de 2012

LAS MANOS

Algo ha ido pasándole a la piel. Algo ha ido pasándole a la risa. Algo ha ido royendo los movimientos hasta convertirlos en muecas. Algo ha ido pasando a las sorpresas, a los chistes que sabes, a los amigos que se fueron desconociendo con el brillo de sus coches. Se termina el camino, llega la velocidad. El remanso es escéptico. El entusiasmo nace del movimiento, de las rápidas ilusiones, de la agitación de los besos, de las oníricas pestañas. Volverá el viento negro. Volverán los días a teñir de luz sus oscuridades, seguiremos convirtiendo las horas en monedas, daremos de comer a la tristeza. Algo ha ido pasando a las cosas de dentro que parecen tendidas en cuerdas ahogadas. Algo ha ido pasando como si fuera el tiempo. Las manos suelen tranquilizar hasta que cansan. La mano ha ido levantando el polvo de la alegría hasta dejar al mundo inerte. El televisor sonríe cuando paso la mopa por su planicie. Como un dolor de nada, como se pierde la importancia, algo ha ido pasando. Algo ha ido pasando. Algo se ha ido.

martes, 10 de enero de 2012

EL PÁRPADO

Y el universo sigue ahí al consolar la carne, sin tiempo, por las camas desechas. Seguir preguntando a las vaginas, seguir tanteando soledades, alimentando podredumbres. Es por las noches cuando la sorpresa gime su tragedia. Se liban las sorpresas hasta gozar con el ingenio líquido de los párpados como manos sin distancia. Párpados como estrellas. Estrellas como fuego. Y la inmensidad detenida en un secreto, oculto, generoso en lo escondido. Eso que habita en las gargantas, tan parecido al llanto y llaman pólvora. ¿Se puede detener el beso? ¿Se puede aplazar un pecho? El universo sigue ahí.