miércoles, 28 de marzo de 2018

LA ORILLA


"Tu libertad acaba donde comienza su gilipollez".
Ignatius Farray  
“Yo, como don Quijote, me invento pasiones sólo para ejercitarme”.
Voltaire 
"La gilipollez es imperialismo emocional".
JSP.
 

Decir buenos días empuja los barrotes. La inauguración del hastío con hastío. Hay mínimos que la sangre no tolera y la fiebre es necesaria. Cuando la repetición vulgar de lo vulgar se repite hasta convertirse en asco, el delirio se precipita a pasiones sin rumbo. Cuando se ha sentido la emoción de un verso, un violín roto y las cosas del entusiasmo, el marisco pierde importancia. Llega un momento en que el tiempo toma su lugar y no hay segundo que perder. Y no se cierran los ojos al espejo y el vino se atraganta de sí mismo, reclamando la fiebre obligada sobre la mesa. El hueco, cuaja en vacío. La fiebre es un viaje de ida donde quien regresa ya no vuelve. La presencia es solo un cuerpo que trabaja. La emoción vive en el surco de la idea, la obsesión sensible y entusiasta. No esperes logros en el rito. No llames a quien no escuchas. No preguntes a las respuestas. Piensa quién engendró el “hastaluego”, calla. Busca tu veneno. No salves a quien naufraga. Vuelve a tu orilla.

martes, 27 de marzo de 2018

LA MEDIA



Existe una simpatía de urgencia, una mirada que confía en los ojos, una media hora tolerable. El tiempo necesario para que la palanca arranque las palabras y comience la necesidad de huida. El ojo puede ser un pecho, la recomendación de la memoria o un egoísmo a la fuga. El encuentro es una orilla repetida, un recuerdo que no alcanza su emoción, otra desilusión para salir corriendo. La media hora es la cita del dentista, los quince minutos del médico, los cinco de la paja. Ese compromiso con la memoria que nos avisa de nosotros mismos. Todos tenemos media hora buena, hasta que olvidamos el reloj y nos sale la eternidad y la palabra. La pobreza, con su móvil que suena y su grito por salir, nace con su cerveza nerviosa debajo del brazo. Media hora es suficiente para decirse hasta nunca aunque se dice hasta luego. El tiempo necesario para sentir lo prescindible. Cuando la mentira flojea y el rojo crece nos excedemos y viene la resaca con su mejorhubieraestadoencasa. Así es la media hora: traicionera, necesaria, previsible. Media hora es la media.   

viernes, 16 de marzo de 2018

LA FILOSOFÍA



El cosmético señala.
La pureza reside en lo efímero.
Doctor Horroris Causa por la Universidad de Guantánamo.
Google te dirá quien eres.
La vida tira cuando afloja.
El talento cobra en silencios.
Como poeta era buen funcionario.
Ocultándose vivía tranquilo.
Claudia Shiffer llenaba sus clases de filosofía.