jueves, 15 de abril de 2010

LA VIDA

La vida, bien mirada, es un suicidio. Nebulosa de fragmentos, retórica y exclusividades. Repeticiones reiteradas de anomalías. Un caos organizado sin perpectiva de lugar, época o introspección. La vida es un decir, un mito del verbo vivir que se impuso en la campaña electoral al sujeto paciente del complemento circunstancial de tiempo llamado lánguido. Lo del adjetivo vino depués cuando la plaza de funcionario. La docencia es cosa de curas. La docencia es querer enseñarle la chorra a los niños para que digan qué grande la tienes. Es el lado cutre de la vanidad. La vocación se confunde con la vacación porque decir "o" o decir "a" es como admirarse o preguntarse. Así me muevo: lánguido y docente con la vocal a cuestas.

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