viernes, 11 de noviembre de 2011

LA INQUIETUD

La inquietud está por llegar. El porvenir, ejemplo de lenguaje, juega con tus cosas. La inquietud es el hilo de saliva entre dos labios. Lo que se esconde en el saco roto de los ojos tristes. A veces la tristeza misma, a veces la desidia tensa. Es pensar por pensar. Es todo lo que no importa, lo realmente necesario. Es el insomnio de la vigilia. Es una despedida en septiembre. El barro duro en las ruedas de los autobuses. Mantenerle la mirada a un niño. Jugar con las cuchillas de la cama. A veces un problema, las diez últimas páginas de un libro. Es el amor de los reyes magos, es un beso amordazado, el aire sumergido de los orfanatos. Es la última tragedia, el presente indicativo del verbo esperanza. Es una culpa sublimada. Es la mentira nerviosa del conocimiento, la noche fácil del compromiso, y puede ser –viene sin llamar- esta lágrima que me precipita.

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