jueves, 21 de junio de 2012

32

“Salvemos al amor de sus paredes”
Ramón Gaya.

Hasta dónde puede llegar el rostro de la piel. Qué puede ser, ahora que el tiempo quedó atrás, que las pestañas de la risa son de leche, que la urgencia del labio cedió a la importancia del beso, que la caricia vuelve a la caricia, que las salivas gritan, locas de mujer. Algo enorme puede ocurrir cuando las nodrizas funden sus alas en tu crisálida. Acudo a contemplarte cuando te inflas en la luz. Ocurres entre las pieles del sueño que cantan los párpados. Por tu melodía –es de música el perfume- caminamos como niños de la mano, hacia tus gestos. Asistimos asombrados al maravilloso mundo de la ternura que de tan pura no sabes que te existe. Llevas mucho ocurriendo. Algo se le escapó a la vida, un caos maravilloso, una lágrima terrible. Y mi torpeza triste y solitaria sale a tu encuentro con palabras en las manos. Son tuyas, por ti nacen. No tengo otra cosa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cada dia me siento más feliz a tu lado, gracias por todo lo que me das... que es mucho!! nunca sabre como agradecértelo.