Un viento afectado recorre las tardes. Las mañanas pesan menos de la
cuenta, incluso el dolor es economía. Rastros de presencia por los lugares en
sombra, sonidos de memoria por los caminos. La ausencia esta presente. A veces
pasa, algo se va. Crece el pie, se cae un diente. El aliento precipitado
anuncia luces urgentes en el tiempo de la importancia. El asco nace del
contraste, del lugar sin fondo del café con leche. Has roto la luz con la
mirada. Tactos sonámbulos arrancando al lenguaje. Ah, las silenciones hipando
generosas deudas. No entender nada maravillosamente. Y en ese camino estamos,
también hay cosas que vuelven.
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