martes, 31 de julio de 2012

EL HUMO

"Yo soy todavía los etcéteras".
Charles Bukowski

Escúpeme. Hay veces que el sol no es más que luz, que el tiempo es un ay, quizá mañana. A veces la palabra se traba en las cerdas del sueño, en lo esperado, hasta mañana y pásame la fruta. Palabras nacidas como el césped, emociones tibias para los autobuses. Ni una canción para convocar nostalgias, solo una planicie, un helado para comer el ya veremos. Lames mi oreja con tu tos de barro. Queda la cicatriz del año tantos, como una caries, como el poema, como los restos. Y en ese jardín de posos de carmín, a veces se llora, a veces se canta, a veces se bebe. La serenidad duele –también la caricia ahoga, prolongada- y nos repetimos los sémenes para soñar más compañía. Sabes que la televisión no llora nunca, que la gente oculta su mismo de siempre, que tu nada se precipita miserable por el desagüe de la noche. Oigo el humo expectante, la nube de grillos que se traga la tierra. Las noticias llegan desde mujeres sin labios, porque alguien asesinó el último rincón de la saliva.

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