jueves, 31 de enero de 2013

ANTROPOFOBIA

¿Dónde está la primavera?
Franz Kafka.

No se reprocha al viento su soplido si no su falta de oxígeno. Así las personas, el lenguaje, en fin. Tan connatural al ladrido es su violencia, su atención, pero las horas desgajan el tiempo en gavetas, en copias sin nombre, en aire hueco, oxidado, átono. Sucesión de sucedáneos que se desencriptan en gritos. Acabas buscando rayos de sol como si fueran rayos de sangre nueva, pero algo falla cuando los astros reparten anatomía, cuando las cosas se cambian de sitio sin una mujer de por medio, cuando la sorpresa llega sin la violencia de lo fortuito sino con la asepsia del accidente. Quién solidificará los deseos del labio, quién volará primero. Las palabras prosiguen su barroquinería –es la metáfora quien silba- porque el cristal deforma el eufemismo. Bajo el agua cristalina reposa el légamo complejo. Debajo del lodo hay gusanos, dedos y saliva, una creación exagerada que se queda corta. Justificándome. Justificándome las tardes en dormitorios llenos de raíces, en frías sangre de codo. Ya solo me entiendo cuando te miro.

No hay comentarios: