martes, 24 de febrero de 2015

EL VÉRTIGO

A Mónica, en vértigo.

El beso desarma como una risa de niño. Quién niega a la saliva. En la frescura está la nuca con su perfume de boca. Pero hay una pregunta que siempre va contigo como una mano de tierra arrojada. El dolor se presenta en los objetos porque la biología viene del tacto. Y Justificamos el mundo en una mano, la mano del mundo que abandona un pelo en el lavabo. Deber no es una deuda, es un impulso de historia que compromete a la nada (se debe tanto y tantas cosas). Respiras sombra, tiemblas alegría, en una memoria de pájaros llena. Hay un más allá conocido, un aquí y ahora en vértigo. Porque querer es ir hacia alguien, un movimiento, oler los gestos contrarios, sorprender a la intimidad del tiempo descifrando los espejos.

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