Llegar
tarde a lo sencillo. Ser el otro de uno mismo. Tocar los sonidos y
escuchar azul cuando el negro encona. Cuanto más cerca más
lejos, cuanto más lejos más atrás. El intruso va una pregunta por
delante de sí mismo. Quieto se mueve, se para en movimiento. La
soledad tiene escalón hacia
dentro, tiene angustias de vecindario y dolor de rodilla. Soledad, ventanas dentro de una puerta, ojos recientes como la piel
del imán. Teclas y aceitunas en un mismo plato, una
toalla que busca césped, un cuello en flor, un minuto
desesperado, un carrito empujando un óvulo. El para qué preguntando para quién.
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