“Entre la vida y tú está la
soledad”.
L.C.
El hombre es una decisión frente al
mundo. Decidí seguir hacia la nada -nada es siempre; siempre es otra vez- para entrar en
la salida. Saqué la venganza de la memoria y tiré la bolsa, y sentí
la enorme cuchara. Atraganté los ojos con agujeros, olvidé cuanto
pude, y regresé. Ya está. Ahora espero a la ceniza, a que el
misterio lime la lengua del gato. A que crezcan los niños y se
apaguen los besos. Vuelvo a mi soledad, al cansancio del aire que
tropieza.
2 comentarios:
La soledad y una mampara. Qué tristeza.
Ya quisiera la mampara.
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