martes, 20 de octubre de 2009

TO BE MIOPE

Al cabo de unos años de lectura y escritura se saca la conclusión del desahogo. Digo que leer y escribir es un verbo to be literario. Es el ser y estar de los miopes. Nos hace falta para desahogarnos. No es que valga para nada, no es que sirva para algo es que nos es necesario para no reventar la tubería de las venas. Luego se va construyendo la pose con el premio, la biblioteca, y el poema que ellas llaman maquillaje. El círculo se cierra cuando el pulmón se abre que es la ley básica del sentimiento. Uno va oliendo al personal (perfumes aparte) y les pulsa la apariencia para darse cuenta que sin perfume, sin pulso y sin apariencia se quedan sin aire, sin olor y sin persona. Son como nada pero hasta la pureza de la nada se les niega. Uno, que huele, apesta y resulta desagradable con frecuencia, se reivindica como estorbo para no diluirse con el alba. Siempre que amanezco me encuentro en la maraña de las sábanas como una mosca en la tela de araña de los días. No me pienso menos masa que cualquiera pero de algo habrá que escribir, no?. Además, ya crecidos como estamos, el diario es cotillear con uno mismo, la forma tramposa de criticar con los vecinos pero sin vecinos, sin motivo y sin nada. Hay quien dice que me lee como hay quien dice que lee en general. Leer en general es una pérdida de tiempo y leerme a mi una perdida de dignidad. Cuando te quieres dar cuenta de tanta perdida te encuentras perdido y no hay forma de encontrarse. Entonces, es el momento de dejarse llevar, y leer, y escribir, que es el verbo to be de los miopes. Creo.

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