viernes, 16 de abril de 2010

LA SALIDA

Hay que salir al sol para poder sentir el calor de la piedra, el calor del aire, el calor del sol. Hay que salir para poder sentir. Resistimos el empuje pensando que ha de ser el último y nos vemos tumbados bajo la cama con las manos tapándonos la cabeza. Hay que salir. Cuando menos esperas te ves acusando a las moscas, negando el rayo de luz que entró sin querer por la ventana, cerrada como siempre. Hay que salir para sentir la calle sin pensar que es el salón de nadie. La calle es un lugar fresco donde ya nadie echa piropos porque el ladrillo anda flojo y las feministas con las leyes. Hay que salir, se debe. Romper el aire con la fuerza de la sombra. Quemar las gomas sobre los ojos de los padres, de los hijos y de las madres que los parieron. Ulcerarlo todo súbitamente. Con qué poca convicción lo escribo y cuánta necesidad.

2 comentarios:

maria dijo...

brabo....brabo adelante,fenomenal,te quiero adelante con tus comentarios y me alegro que quieras, salir ,pues enla calle esta lavida y las personas y el saver

maria dijo...

A SABER ES CON B......QUE SI LO SE ES QUE SE ME HA PASADO, PERDON SEÑOR BIBLIOTECARIO