sábado, 11 de septiembre de 2010

EL TACTO

A estas alturas de septiembre ya parece que estemos en marzo y si el sábado sale gargantón veré mi nuca como un horizonte púrpura en verano. Si me pongo en orden no sé que haré conmigo, tendré que tirarme al estante polvoriento de las biografías, colgarme del clavo de los bodegones. A tí lo que te pasa es que es que te falta apariencia, te sobra color negro- me ha dicho el oculista. Sé que el de los ojos es un padre que te cobra trescientos por la bronca que no es bronca ni es nada porque es un miramiento mal mirado. Peleas más tontas se han visto. Tengo que ir cambiando olores por tactos. Estoy harto de comer basura y oler a mierda. Yo lo que quiero es una esencia que sepa a pezón playero con su salitre y todo. Saborear las cosas, lamer lo que haga falta porque estoy harto del mírame y no me toques que es la versión adulta del cierra los ojos y abre la boca. Agosto vuelve del carmín, julio salió de las preturas del sostén y hay quien dice que ha visto abril asomando por el horizonte de los tangas. La saliva y un poco de piel harán que todo vuelva a ser un cuello.

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