jueves, 10 de marzo de 2011

EL PAISAJE

Cuando cae el sol se cree en la astronomía. En el paseo de esta tarde plana donde las lagartijas no saben qué hacer los árboles pierden el sentido. Oigo los sonidos de los cuervos, los libios se parecen a los tunecinos, los sepultados a los anegados, las mujeres a los muertos, en un parecido insignificante. La agenda es un folio ensimismado que cuchichea palabras y se encierra en sí misma. La agenda es el folio de los pueblos. Un poco de sol y un poco de viento dan tinta a estas letras sin causa. A veces distraigo la mirada entre mis pensamientos, otras veces en el sonido amable de los pájaros que no reconozco y miro al horizonte disgustado. Así voy esbozando el paisaje literario de mi tarde de marzo. Mientras iba caminando, por lugares que nadie esperaba, he asustado a un hombre.

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