miércoles, 12 de julio de 2023

EL CEMENTO

La mueca es la hostia que no se da. Es el lunar que deja el asco en la paciencia. Cuando se corta el alma y grilla la incoherencia se instala sin darte cuenta. Para la mueca sirve cualquiera. Tiene psicología de maltrato y se guarda en el cuarto de las cosas sin hacer. Es el cartel facial de las legislaturas y la cicatriz, que fue sonrisa, en un político. Es la zapatilla en la mano de una madre, el orín callejero de las mascotas y el ruido a la hora de la siesta. La humanidad viene de la mueca, del quiero y no tengo cojones con que se aguantan los buenos días. Tiene sonido de vacío, del hueco que deja el imposible y la realidad. Mueca, hueco, asco, esa ce que da el golpe en la espalda para pasar el mal trago, ese tabique pequeño con que se apuntala el labio de la depre. Mueca, músculo facial del cinismo, deporte funcionario. Transparencia fluida, amor enquistado, acto que vuelve. Las golondrinas construyen muecas de hogar para dar ejemplo. Es el barro, la ceniza y la mancha. La mueca es tu cara de culo. A la mueca le dicen: “eres mi mejor mueca”. Tiene la bragueta abierta y un moco de agua. La mueca recoge su cuarto y no se baña hasta hacer la digestión. Pisa el césped, cena con la familia y se salta los semáforos. Es intimidad que se derrama sin quererlo, la carne incorrecta que no entra en la copa. Es la incoherencia de la fidelidad, y la conciencia del algodón del culo, cuando no follas. Es la visita que no se va y hacer caso por amistad. La mueca no toma MDMA y ve venir a los tontos desde lejos. Es cambiar el telediario y decir ven cuando quieras. Es escribir con ganas de matar y matar con ganas de escribir. La mueca bebe cerveza caliente y se casa por papeles. Tiene muchos domingos al día y pocas vacaciones. La mueca siempre está acompañada y da rodeos por no saludar. La mueca es la presencia de lo ajeno. Cuesta fijar el cartel de la mueca en la mirada. Es la miga que se come otro en nuestra cara, por eso, hay que mirarse a los ojos y ver si queda alguien. Tiene forma de espejo y sube estados al Wasap. A veces tiembla y rompe a llorar. El llanto fragua su cemento. Es llamar con ganas de colgar, comer con ganas de vomitar y acostarse con ganas de fiesta. Es una puerta entornada. La mueca encuentra un recuerdo sin querer, vive el presente y afronta el futuro. Era la honestidad y mírala ahora. Está en todas las cosas que se piensan un poco. Es lo que queda de ti mismo cuando no pones de tu parte. Y cuando lo pones.

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